The "Panama" Hat
Desde siempre hechos en Ecuador
Se dice que el arte de tejer estos sombreros se remonta al siglo XVI en la costa de Ecuador, en la provincia de Manabí. La magia comenzó a manos de la cultura Valdivia, pueblo ancestral de este hermoso país que comenzó a tejer, usar y comercializar con ellos. Los sombreros se han ido perfeccionando con el paso de los años, pues estos no tenían la forma característica con la que se los conoce hoy en día, pero desde siempre han sido elaborados con las pajas mas finas seleccionadas cuidadosamente por cada artesano.
Manuel Alfaro, un exiliado político de origen español, con ayuda de su socia y esposa, la manabita María Natividad Delgado, en el año de 1835 emprenden un ambicioso proyecto de exportación, organización y producción a pequeña y gran escala de los en aquel entonces conocidos como "Montecristis".
Alfaro conocía a Ferdinand de Lesseps, el francés encargado de la construcción del canal de Panamá y supo los problemas que atravesaban los trabajadores a causa de las duras condiciones climáticas. El sol intenso y la tierra que caía en los ojos de los obreros, fueron factores determinantes al momento de cerrar el negocio.
Theodore Roosevelt fue invitado de honor a la inauguración del Canal de Panamá y el presidente panameño de aquella época, Belisario Porras, se contacto con Alfaro y le pidió hacer un sombrero exclusivamente para el presidente de los Estados Unidos. Manuel no exigió pago alguno, pero la única condición era que a Roosevelt se le informara que aquel sombrero fue tejido y enviado desde Ecuador. Esto no fue así, esta hermosa pieza de arte fue conocida por su punto de embarque, mas no por su país de origen.
En 1855 se organiza en París una exposición mundial, donde Panamá asiste con una colección de sombreros de paja toquilla tejidos en Ecuador; tanta acogida tuvo el sombrero, que una pieza fue obsequiada al emperador de Francia Napoleon III quien presumió su elegancia a lo largo del evento. Este hecho causó curiosidad entre los asistentes que deseosos de tener un sombrero igual, se preguntaron donde podrían conseguirlo. Sin embargo al tener éxito en la feria, se continuo con el negocio sin revelar su verdadero país de origen.
Estos fueron adoptados en las tendencias de moda de Francia y luego Gran Bretaña.
Este sombrero también alcanzó popularidad durante la guerra entre Estados Unidos y España en 1898, cuando el gobierno de los Estados Unidos compró a Ecuador 50,000 de ellos para sus tropas que se dirigían al Caribe. Las ventajas de la ligereza y la frescura del material son perfectas para protegerse del sol. Además, es una fibra flexible que permite enrollar y doblar los sombreros sin dañarlo.
Para el año de 1944, los sombreros de Panamá eran la principal elemento de exportación del Ecuador y después de incontables campañas para reconocer los sombreros de paja toquilla como parte de la cultura ancestral del pueblo ecuatoriano, el 5 de Diciembre de 2012, la UNESCO nombra a los sombreros de paja toquilla como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.